Empresa pública

Buenos días, buenas tardes o buenas noches, dependiendo de cuándo me estés leyendo.
Hay un momento en la vida en que te das cuenta de que las cosas pueden hacerse de otra forma. Si se organiza todo bien , un servicio puede ser de la misma o mejor calidad sin detrimento de los trabajadores. Y no, no me veréis hablar sobre cómo privatizar la sanidad, pero sí sobre cómo cambiar la gestión.
Actualmente los centros sanitarios pertenecen a un sistema público que coloca cargos altos a dedo para gestionarlos. Bueno, con lo que yo propongo en realidad eso no cambiaría mucho, pero sí en la gestión en sí.
No es lo mismo un precio pactado en unas cortes políticas sin conocimiento de la ciudadanía que puesto en un convenio público con pleno conocimiento de la misma.

Lo que me refiero es un cambio radical, cambiar el modelo de gestión de forma íntegra, me estoy refiriendo a coger el sistema desde abajo y pasarlo a una empresa pública. Que sí, que en las empresas públicas hay mucho mamoneo, pero en una empresa importan mucho los resultados. No solo es cuestión del resultado en la salud sino de la eficiencia.

Primero definamos eficacia y eficiencia. Eficacia significa realizar lo mejor posible el trabajo (sea cual sea, el de una bombilla es lucir). Eficiencia, en cambio, significa realizarlo optimizando los recursos. El problema del sistema actual de empleado público es que mucha gente se acoge a su puesto de la misma forma que los demás hablan de ese mismo puesto (valga la redundancia). Hay gente que literalmente no da palo al agua. Y unos pagan por otros. En el sistema público actual a base de funcionariado, interinos y sustitutos no hay mucho control que se diga. Por ejemplo, en sanidad NO FICHAMOS, porque el que hizo la ley, hizo la TRUMP-a (chiste malo, pero va con segundas).

Un sistema de empresa pública provocaría dos cosas, una positiva y otra negativa. La negativa es que al no celebrarse oposiciones, se acabó la recaudación masiva de dinero a base de cursos y tasas. Pero como lo bueno supera lo malo, lo bueno sería encontrar un personal más capacitado y más colaborador. ¿Por qué?:
1- El personal se formaría mucho más, no se acomodaría, tendría sus obligaciones para mantenerse contratado. El empleador, garantizaría toda esa formación buscando a los mejores para impartirla, gratificándoles como es debido y favoreciendo que se actualicen también. Y no, esto no pasa a día de hoy.
2- El personal estaría mejor valorado, como empresa, se haría mejor control horario y se cumplirían mejor las normas de contratación. Tampoco pasa.
3- Se respetaría mejor los permisos de los trabajadores y se ganaría en control de los abusos de los derechos.
4- Se crearían comisiones de optimización del gasto (EFICIENCIA) para bajar costes con el mismo rendimiento, permitiendo así disponer de mayores recursos para la mejora de personal, para la formación del mismo, mejora de materiales............................... y así un largo sin fin de ejemplos.
5- Se controlarían realmente las plazas sin que la gerencia pudiese tratar de amortizarlas cuando le viniese en gana y reforzarlas cuando ya está todo hiperexprimido.
6- El gasto podría ser auditado por cualquier ciudadano para que, en caso de encontrar una irregularidad, pudiese ser reclamado como es debido.

Sé que esta entrada puede ser polémica, pero en realidad permitiría la mejora general del servicio.
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